miércoles, 1 de septiembre de 2021

Caminos compartidos

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Quisiera retomar nuevamente líneas escritas que describen mi sentir. Ya casi hemos pasado la mitad del año. Muchas situaciones nuevas nos han tocado atravesar en estos últimos tiempos. La partida abrupta de mi papá. Y como aprender a vivir sin él. El no haber tenido un cierre físico, fue un golpe muy duro para mí. El tiempo ha transcurrido y las muestras de amor, hicieron magia. Fernanda fue mi motor para sobreponerme y mirar su partida con otros ojos.

Siempre recordaré un día antes de recibir la noticia. Fue un día de lluvia y era como si la naturaleza, me acompañara en mi pronta perdida. Era como si el cielo llorará conmigo. Pues en el fondo sabia que él volaría a mejor vida. Te amo siempre padre mío.

 Y entre esas fechas nuestra pequeña iniciaba el nido. Fue un inicio que nos costó, sobre todo a mí, pues venia atravesando tantas emociones y si bien es cierto frente a ella, trataba de estar ecuánime, ella percibía que su mamá estaba triste por su abuelo. Es aquí donde papá toma un rol importante para esta adaptación, que resultó siendo respetuosa. Que difícil es tomar conciencia, que como padres impactamos directamente a nuestros hijos. Y ojo, no digo que no debemos aparentar nuestras emociones, pero si trabajamos en equipo, resulta siendo más llevadero todo. Tomarnos un tiempo fuera, y ceder postas no nos hace malos padres. Sino todo lo contrario, nos hace humanos. Los hijos no necesitan super mamá o super papá, los hijos necesitan padres felices consigo mismos. Y en este tiempo, también aprendí que importante es tener tiempo para uno mismo. Esta aventura de ser padres es todo un proceso.     

Ser padres te transforma, el sentir en todos los aspectos. En mi experiencia de vida, depende mucho como uno fue sostenido de niño. En otros casos el ejercicio de tomar conciencia, de cómo nuestras acciones tendrán un efecto, sobre ese pequeño ser humano que está nuestras manos. No es una tarea fácil la crianza. Depende de mucho amor, respeto, sostén y perseverancia.

En este camino, vamos encontrando redes, amistades, intercambios, que hacen que este andar sea compartido. Que te muestra en que tendrás días buenos y otros no tan buenos. Sin embargo, siempre se podrá aprender algo nuevo y mejorar, para dar a nuestros hijos aquello que queremos enseñar con el corazón. 

Posdata: Gracias Johanna, Wendy, Steffi, Sams, Katha & Nicole.

Papá

Papá fue un hombre sencillo, como pocos, entregaba mucha pasión a cada reto que su trabajo le ponía e invertía horas en encontrar una solución para que su arte con las manos fluyera. Amante de su familia, siempre nos enseñó a luchar por nuestros sueños y ser constante en todo aquello que iniciábamos. Amaba a mi madre más que a nada en la vida, su fiel compañera.
Aún resulta difícil entender su partida, cerramos nuestros ojos y lo encontramos, muchas veces en su taller, junto a mamá, en la cocina compartiendo un café, o junto a Thelma, Tantos recuerdos a su lado, la muerte es parte de la vida. Sin embargo, nadie está preparado para la partida abrupta, sólo nos queda el consuelo, que mientras en vida estuvo, nos gozamos, nos abrazamos, nos amamos, nos extrañamos, nos perdonamos. Hubiéramos querido más abrazos, más experiencias juntos, más cafés, más de todo, pero la realidad es que no será así. No físicamente, pero si en nuestros corazones, gracias por tanto papá. Celebramos tu vida y extendemos tus sueños a través de nuestro camino en la tierra. Siempre vivirás en nuestros corazones.

miércoles, 20 de enero de 2021

El tiempo pasa ....

El tiempo pasa volando y las piel es testigo de ello,

las sonrisas se dibujan en las líneas del rostro, 

te miras en el espejo y sientes como la madurez te asienta.

Y llevas ese labial que tanto te gusta,

cultivas tu mente y amas a ese pedacito de ti con locura.

Y al lado esta también ese ser lleno de bondad y amor.

Gracias tiempo por permitirnos sonreir, vivir y amar.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

¿Qué te enseña la distancia?

Al principio no es fácil, como todo cambio el ser humano necesita un tiempo para adaptarse. Construir nuevas redes de amistades, aprender una nueva cultura, en algunos casos un nuevo idioma, aprender las formas y costumbres de ese nuevo espacio que será tu hogar. Aprender de los detalles del día a día. 

Hay días en los cuales extrañas a tus padres, hermanos, amigos, tu lugar favorito donde ibas a tomarte un café o un pisco sour, tu trabajo. Y conforme va transcurriendo el tiempo, aprendes que cada mensaje o noticia del otro lado del mundo, es tan significativa para acortar distancias, que hace que tu corazón se alegre. También pasa, que la distancia y los cambios de horarios, hacen que la frecuencia de comunicación disminuya y en muchos casos se pierda, por la rutina del día. Pero también sucede, que hay amistades que, a pesar de la distancia y pausas largas de comunicación, se reencuentren y fluyan como si nunca se hubieran dejado de ver. 

Sin embargo, aprendemos a desaprender. A no esperar nada a cambio. A sonreír y en mi caso mirar cada día como un milagro. Aprender, abrazar y llorar, por qué no, de cada experiencia vivida. Y cuando miras lo recorrido, lo bueno que te rodea, la fuerza interna que te impulsa, reconoces que siempre hay y habrá algo nuevo que aprender. 

El camino de la vida nos da la posibilidad, de convertir la adversidad en una oportunidad. A madurar, aunque a veces nos resistamos. A amarnos y disfrutarnos. A reconocer nuestras fortalezas y debilidades, para cultivarnos y mejorar. A gozar de lo más sencillo de lo vida, como de la soledad o de una buena compañía. Mi camino se va pintando amable, con sonrisas y también con matices. De hecho, el tener a mi lado a mi compañero de vida y a nuestra pequeña guerrera, hace que mis energías se recarguen para seguir avanzando día a día.  

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Los milagros

Tantos milagros suceden a diario!
Basta con mirar el amanecer o ver las estrellas en el firmamente.
Basta con actos sencillos para con los otros.
Basta con mirar el día con optimismo.
Basta quizás con sólo sonreir y abrazar.

Tantas milagros suceden a diario!
Basta con cerrar los ojos e imaginarte.
Basta con sentir, como vas tomando forma.
Basta con sentirte dentro de mi,
Basta con saber, que ese milagro se llama vida.