domingo, 26 de julio de 2009

El Regalo

Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, allá en el universo, unas estrellas de muchos, muchos colores y formas, pero éstas no eran como las estrellas que conocemos ahora, estas estrellas tenían un don, eran especiales, sí especiales. Pues ellas tenían el don de transmitir virtudes y sensaciones, unas transmitían paz, otras daban tranquilidad, otras proyectaban sabiduría, otras regalaban magia, pero había una en especial que transmitía amor.
Un día el Dios astro la eligió entre todas las estrellas y le dio una misión importante, ella debía ser enviada a la tierra para cumplir un propósito y la estrella sin titubear acepto, a pesar de desconocer los propósitos del Dios astro, pues sólo éste le indicó que vaya a la tierra y conforme transcurra el tiempo ella se iba a dar cuenta cual era su misión y en efecto los días, las noches, los meses, las estaciones y los años pasaban, y mientras éstos iban pasando, la estrella iba descubriendo poco a poco el por qué había sido enviada a la tierra, en su largo caminar dio y recibió amor, pero un día parte de su amor le fue robado por la desilusión y sus sueños y anhelos con él también. Y ella en medio de su dolor exclamó: “ Si me enviaste para aprender como se siente sufrir y perder a gente que amas, pues bueno ya lo aprendí, conocí a la tristeza de cerca, la desilusión fue su mejor acompañante y parte de mi no volverá a ser la misma, no sé si algún día pueda confiar en alguien” ........ Y de repente el cielo se abrió y entre las nubes una voz le dijo: “Las experiencias que nos da la vida nos enseñan, muchas veces nos sacan esa fortaleza que tenemos guardada y nos hacen salir adelante o simplemente nos estancan, pero acuérdate de quien eres, acuérdate de que tienes el don de amar y sumado a ello tienes el don de la magia, éste don te permitirá transformar las cosas desde el ángulo en que tú lo quieras ver, podrás hacer que la gente sueñe, que tú lo hagas, que transformes muchas cosas en tu interior, sin embargo ese don sólo podrá ser usado cuando creas completamente en él y de pasó te ayudará a que puedas saber el por qué te envié a la tierra” y terminando estas palabras el cielo se cerró y de él salio un arco iris nunca antes visto.
El tiempo paso y aunque esta estrella había perdido parte de su brillo, siguió en su búsqueda, pero ya no era como antes pues ella siempre andaba muy cuidadosa, desconfiada y algo incrédula, pues a pesar de que decía que tenía muchas ganas de querer encontrar su objetivo, se sentía en parte vacía. Pero un día de lluvia conoció a la esperanza y se hicieron muy buenas amigas, y aunque la esperanza era algo alocada y desesperada, era muy tierna, acogedora y sobre todo sincera, de alguna manera era parte de lo que la estrella necesitaba. Y así empezaron su caminar juntas, pues esta estrella necesitaba una pizca de esperanza en su vida y aunque la esperanza a veces era algo impaciente y había momentos en las cuales no entendía a la estrella, empezó a entenderla y a tener sobre todo paciencia, por eso que de allí se dice que la esperanza va acompañada de la PACIENCIA, del saber esperar, pues la esperanza siempre habita en nuestros corazones pero si nos desesperamos esta se torna en desesperanza. La estrella había sido lastimada y necesitaba tiempo para sanar sus heridas y así cumplir su objetivo, el cual al final lo descubrió y saben cual era: Era el amarse a si misma ante todo y frente a todos, a creer en ella, pues a veces hay cosas que escapan de nuestras manos, pero al final lo que debemos de rescatar es lo positivo de la vida, nunca dejar de creer, de crecer y soñar , pero sobre todo nunca dejes de creer en TI MISMO.