miércoles, 5 de diciembre de 2018

¿Qué te enseña la distancia?

Al principio no es fácil, como todo cambio el ser humano necesita un tiempo para adaptarse. Construir nuevas redes de amistades, aprender una nueva cultura, en algunos casos un nuevo idioma, aprender las formas y costumbres de ese nuevo espacio que será tu hogar. Aprender de los detalles del día a día. 

Hay días en los cuales extrañas a tus padres, hermanos, amigos, tu lugar favorito donde ibas a tomarte un café o un pisco sour, tu trabajo. Y conforme va transcurriendo el tiempo, aprendes que cada mensaje o noticia del otro lado del mundo, es tan significativa para acortar distancias, que hace que tu corazón se alegre. También pasa, que la distancia y los cambios de horarios, hacen que la frecuencia de comunicación disminuya y en muchos casos se pierda, por la rutina del día. Pero también sucede, que hay amistades que, a pesar de la distancia y pausas largas de comunicación, se reencuentren y fluyan como si nunca se hubieran dejado de ver. 

Sin embargo, aprendemos a desaprender. A no esperar nada a cambio. A sonreír y en mi caso mirar cada día como un milagro. Aprender, abrazar y llorar, por qué no, de cada experiencia vivida. Y cuando miras lo recorrido, lo bueno que te rodea, la fuerza interna que te impulsa, reconoces que siempre hay y habrá algo nuevo que aprender. 

El camino de la vida nos da la posibilidad, de convertir la adversidad en una oportunidad. A madurar, aunque a veces nos resistamos. A amarnos y disfrutarnos. A reconocer nuestras fortalezas y debilidades, para cultivarnos y mejorar. A gozar de lo más sencillo de lo vida, como de la soledad o de una buena compañía. Mi camino se va pintando amable, con sonrisas y también con matices. De hecho, el tener a mi lado a mi compañero de vida y a nuestra pequeña guerrera, hace que mis energías se recarguen para seguir avanzando día a día.  

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Los milagros

Tantos milagros suceden a diario!
Basta con mirar el amanecer o ver las estrellas en el firmamente.
Basta con actos sencillos para con los otros.
Basta con mirar el día con optimismo.
Basta quizás con sólo sonreir y abrazar.

Tantas milagros suceden a diario!
Basta con cerrar los ojos e imaginarte.
Basta con sentir, como vas tomando forma.
Basta con sentirte dentro de mi,
Basta con saber, que ese milagro se llama vida.