domingo, 27 de junio de 2010

El Niño De Los Ojos Cafés


Un día llegue a un lugar del cual nunca me fui y descubrí que desde esa parte de este mundo, podía contribuir con mi mundo, a transfórmalo, hacerlo mejor. Me quede prendida de la magia que alberga corazones fuertes, me contagie de la fantasía, aprendí que el hacer y el sentir, siempre están juntos. Que muchas veces es mejor el silencio que miles de palabras, o que una mirada firme contribuye al cambio más que palabras sin convicción, o que un abrazo combinado con juego puede generar confianza. Uno va explorando tantas facetas en su vida y se da cuenta que no eres completamente una, pues en circunstancias determinadas tendrás que aflorar la faceta que sea necesaria. He tocado muchas vidas, muchas vidas han tocado mi vida y cada experiencia ha contribuido a enriquecerme como ser humano. Los retos son el termómetro que me miden como contribuimos en la vida del niño y su familia.

Este año ha sido el reto de muchas historias, decidir entre el continuar o el dejar que otros escriban en la historia de nuestros niños. Nosotros apostamos por escribir algo que contribuya en la construcción de su integralidad como seres humanos hacia un futuro. Tal es el caso del niño de ojos cafés, es un niño singular, muy inteligente y locuaz, sin embargo no manejaba del todo sus emociones, en un inicio le costaba ajustarse al grupo y sumado a ello era la negación de su familia, en aceptar que había un problema. Y la disyuntiva se dio entre el dejarlo ir o que continúe, sin embargo asumí el reto y con el respaldo de mi equipo maravilloso nos aventuramos en cosechar en la vida de ese niño. Se reestructuró y replanteó con la familia las pautas que seguiríamos, ellos ya comenzaban aceptar que su pequeño era más especial que otros niños, y por ende debían tener ciertos cuidados con él.

Y el cambio se dio, hoy en día si bien es cierto hay cosas que debemos ajustar con él, ha conseguido varios logros como mantener atención al tocar el cajón, tolerar su frustración cuando pierde, caminar en zancos, conectarse en algunos juegos, establecer vínculos con los maestros sobre todo en uno en particular, ser libre y feliz. Hay mucho con recorrer, sin embargo vamos trabajando semana a semana, los cambios no vienen solos, están acompañados del amor y la complicidad entre los padres y el entorno, que en este caso somos nosotros.

El éxito radicará en enfrentar y aceptar un reto, y no en la perfección del hacer. Los niños cada semana vivencian y disfrutan la libertad de ser ellos mismos dentro de una colectividad, donde el reconocimiento y el respeto se dan. Y donde la diversión, la alegría y la creatividad están en cada una de las clases, así como el soporte y el afecto para sensibilizar corazones.

Posdata: Dedicado al equipo maravilla (Tania, Johnny, Omar, Frank & César)