Había una vez un mundo lleno de colores .... cierren los ojos para visitar ese mundo fantástico. En ese mundo hay muchos colores, las nubes son muy esponjosas, unas son azules, amarillas, púrpuras, naranjas, verdes ..... y no sólo eso, estas nubes pueden tener la forma que uno quiere que tenga, SIIII!!!! Imaginate nubes traviesas y juguetonas, que brincan de un lado al otro, para adornar los amaneceres y los atardeceres, y éstos sean de ensueño. Aquí existen hadas y dragones, guerreros valientes, princesas, principes y campanitas llenas de alegría. Los cerros son verdes, entre éstos cae un río de leche, en otros yogurt de sabores y las rocas son de galletas con chispitas de chocolate. ¡Que bien! Más allá a los alrededores hay flores y árboles, algunos de ellos en vez de hojas tenían ¿Adivinen? Chocolates y bombones, en otros habían gomitas de todos los sabores y más por allá hojas de trigo atómico. Lo que daban vida a este reino eran unos seres en particular, eran unos colores mágicos, que por el día salían a jugar y transmitian magía a todo lo que les rodeaba y por la noche estos colores se iban a dormir para recuperar toda la energía perdida durante el día, estos colores oraban todas las noches y daban gracias a papá Dios por el día que habían tenido, entonces todos en silencio pidieron un deseo, y para sorpresa todos coincidieron en ese deseo. ¿Saben que pidieron? ..... Pidieron ser más especiales aún, al día siguiente estos colorcitos se levantaron y para sorpresa de ellos, papá Dios les había concedido el deseo de ser más especiales, los habían convertido en niños. Los niños son seres especiales, poseen la magía para transformar nuestros corazones y brindar lo más inocente de la vida. Contribuyamos para que no dejen de soñar, para que no dejen de sentirse especiales. Aquí radica la diferencia para escribir sobre la historia de cada uno de nuestros niños. Contibuyamos para que nuestros hijos sigan soñando !!!!!
