La magia no es algo que se puede tocar, pero si la podemos sentir, existe una magia en cada uno de nosotros que nos ayuda a transformar, transformar lo feo en hermoso, transformar el miedo en seguridad, transmitir a través de la magia el afecto que posee nuestro espíritu vivaz. Trabajar con niños es una experiencia singular y enriquecedora, es entrar en un mundo diferente, es transmitir y brindar esa confianza, para que ellos te permitan entrar en su mundo y así de esta manera, enriquecerse ambas partes. Mi mundo cambio desde que empecé a trabajar con niños, me llenan día a día y siento que esto es reciproco.
Una vez había una niña que no quería caminar en zancos y es que su miedo podía más que ella, pues ella misma tenía una percepción no tan buena de si, pensaba que nunca lograría caminar en zancos, pero en un momento me acerque a ella y le hable despacito diciéndole: Sabes Lupe así como tú, yo también tenía miedo de niña para hacer cosas difíciles, yo sé que tú tienes las ganas para caminar en zancos, pero tienes un poquito de miedo y eso no es malo, pues de vez en cuando sentimos un poco de miedo, pero sabes, todos tenemos una fuerza que esta guardada aquí adentro y cogiéndole las manos hice que sintiera los latidos de su corazón, esta fuerza te ayudará a que logres caminar en zancos y con nuestra ayuda lo lograrás, no te dejaré caer. Cuando termine de decirle estas palabras Lupe me miró y me dijo: Sabes mi papá también me dijo una vez lo mismo y lo intentaré, y con el soporte comenzó a caminar en zancos, al principio le costo pero luego pudo caminar en zancos. Ahora Lupe es una niña que ya lleva casi dos años en la Tarumba y la verdad ver su proceso es grato, todavía le cuesta mostrarse abiertamente a los demás, pero así es su temperamento. Lo más importante es que se divierte y ya no se pone barreras para hacer las cosas, con decirles que practica el trapecio y eso que este aparato no es tan sencillo, lo valioso es que ella hace el esfuerzo por hacer lo que le gusta y vencer sus miedos.
Una vez había una niña que no quería caminar en zancos y es que su miedo podía más que ella, pues ella misma tenía una percepción no tan buena de si, pensaba que nunca lograría caminar en zancos, pero en un momento me acerque a ella y le hable despacito diciéndole: Sabes Lupe así como tú, yo también tenía miedo de niña para hacer cosas difíciles, yo sé que tú tienes las ganas para caminar en zancos, pero tienes un poquito de miedo y eso no es malo, pues de vez en cuando sentimos un poco de miedo, pero sabes, todos tenemos una fuerza que esta guardada aquí adentro y cogiéndole las manos hice que sintiera los latidos de su corazón, esta fuerza te ayudará a que logres caminar en zancos y con nuestra ayuda lo lograrás, no te dejaré caer. Cuando termine de decirle estas palabras Lupe me miró y me dijo: Sabes mi papá también me dijo una vez lo mismo y lo intentaré, y con el soporte comenzó a caminar en zancos, al principio le costo pero luego pudo caminar en zancos. Ahora Lupe es una niña que ya lleva casi dos años en la Tarumba y la verdad ver su proceso es grato, todavía le cuesta mostrarse abiertamente a los demás, pero así es su temperamento. Lo más importante es que se divierte y ya no se pone barreras para hacer las cosas, con decirles que practica el trapecio y eso que este aparato no es tan sencillo, lo valioso es que ella hace el esfuerzo por hacer lo que le gusta y vencer sus miedos.
