jueves, 29 de abril de 2010

MATICES DE UN ARBOL

Matices en un espacio diferente, matices que reflejaron mi sentir en circunstancias diversas, matices de colores que acompañan mi recorrido, mi caminar. Este árbol representa el florecimiento de una nueva etapa en mi vida, representa la reconstrucción de mis experiencias con una mirada diferente.

En el otoño las hojas caen y se renuevan cuando llega la primavera, las hojas caídas son las descargas de aquello que quiero dejar para reinventar y las hojas nacientes son el florecimiento de nuevas ideas, nuevos sueños, nuevas conquistas…. Este árbol sigue floreciendo y es consciente del tiempo que lleva hacerlo. Sin embargo no desespera aprendió a disfrutar de lo que tiene alrededor.

Los colores diversos no sólo son el sentir en determinados momentos sino son los mundos de mujeres valientes que se interceptaron con un objetivo en común “El Espacio”, para tener una experiencia distinta. Aprendiendo que es necesario tener un espacio para una, purificando y renovando energías para continuar.
Los espacios en blanco son las nubes que representan los sueños y espacios que serán llenados con nuevas experiencias, pues la mirada con la que llegamos no es la misma con la que nos vamos. Algo cambio y es la forma como el Arte cambio mi sentir, mi pensar, mi forma de verme y no sólo que quedará en el pensamiento sino también lo incorpore en mi vida y las cosas que usualmente hago.

El diplomado represento para mí el Volverme a Encontrar y trabajar mis miedos, expresarme no sólo a través de palabras sino a través de otros elementos que el Arte nos brinda. A descubrir cosas diferentes……

domingo, 25 de abril de 2010

Recuerdos Sobre Un Niño .....


Matices de colores invadieron mi self esta semana, colores que representan lo que soy y lo que fui, una mezcla de matices que me acompañan en mi caminar, y recuerdos vienen a mí. Como la vez que conocí a un niño maravilloso y singular, se llamaba Logan. Me robó el corazón desde la primera vez que lo vi, con esa sonrisa y esos ojitos que transmitían tanta inocencia. Recuerdo la primera vez que nos conocimos, vino corriendo hacia mi y me abrazo muy fuerte como si nos conociéramos de toda la vida. Hubo conexión desde la primera vez que lo vi, despertó en mí, ese instinto materno. Y por algo en especial lo recordé estos días mientras pensaba en los niños en general ¿Qué hacemos por brindarles un futuro mejor? ¿Por ofrecerles más que diversión o estudios? Y muchas respuestas vinieron a mi mente, hay tanto que hacemos y a la vez dejamos mucho por hacer. A veces creemos que lo muy elaborado es lo mejor y no nos damos cuenta que en las cosas simples también podemos dar tanto, como detenernos a mirar las estrellas con nuestros hijos y contarles una historia, a rezar con ellos, a enseñarles a involucrarse con el cuidado del hogar o el criar una mascota. A sensibilizar esos corazones que serán el futuro de un mañana.
Es como la vez que estaba por irme a mi casa y Logan me dijo: Delia no te vayas, cuéntame un cuento y en ese momento se detuvo el tiempo, y me senté a la orilla de la cama y comenzamos a conversar e imaginar un cuento, la verdad, debó confesarlo no sabía qué hacer, no tenía un cuento a la mano, pero creo que dejé que mi corazón comenzará a relatar una historia ,él me prestaba mucha atención, nunca olvidaré esos ojos, ni la forma en cómo me abrazo y me dijo te quiero mucho, eres mi mejor amiga. Eso caló en mi y pensé como el detenernos puede cambiar el día de alguien, quizás él de adulto ni recuerde mi nombre, pero si recordará que había alguien se detuvo un noche y le contó un cuento y rezo con él un ángel de la guarda, que compartió con él una etapa en su vida. Este artículo está dedicado a él, por acompañarme en comprender muchas cosas, por acompañarme en no apresurarme en no correr, él fue mi acompañante de ausencias presentes, él fue mi gran compañero de juegos y sueños. El enseño a esperar y a no ser egoísta en aventurarme a ser madre, a menos que encuentre a ese alguien que estaría dispuesto a compartir su vida en familia, AMAR Y SABER ESTE VALOR. Quizás él sea el recuerdo más puro de mi pasado, de aquel pasado que dejé tiempo atrás y cuando me viene a mi mente su recuerdo mi día se ilumina de una forma en especial, pues a su corta edad sabía que sabia más de lo que cualquier niño a su edad entendería y que fue mandado a este mundo para dejar una enseñanza a sus padres, aunque muchas veces ellos no se daban cuenta de lo cuan valioso podría ser. No sólo bastaban las palabras, estas debían estar acompañadas de acciones y sin embargo sentí en el tiempo que lo conocí, que sus padres aprenderían muchas cosas de él. La última vez que lo vi, me dijo: Delia eres la más bonita, cuando sea grande me casaré contigo. Lo mire, lo abrace pues sabía que esa sería la última vez que lo vería, le dije: Que lo quería, que fuera un buen niño y me despedí de él y de su padre y me fui. Salí de sus vidas un mes de Marzo y me costó hacerlo, Dios me regalo un pedacito de cielo. Pero había que continuar y los caminos de la gente adulta a veces no coincidí, pero en ese coincidir te puedes encontrar con gente maravillosa que deja un escrito en tu historia, en tu vida ....