Matices de colores invadieron mi self esta semana, colores que representan lo que soy y lo que fui, una mezcla de matices que me acompañan en mi caminar, y recuerdos vienen a mí. Como la vez que conocí a un niño maravilloso y singular, se llamaba Logan. Me robó el corazón desde la primera vez que lo vi, con esa sonrisa y esos ojitos que transmitían tanta inocencia. Recuerdo la primera vez que nos conocimos, vino corriendo hacia mi y me abrazo muy fuerte como si nos conociéramos de toda la vida. Hubo conexión desde la primera vez que lo vi, despertó en mí, ese instinto materno. Y por algo en especial lo recordé estos días mientras pensaba en los niños en general ¿Qué hacemos por brindarles un futuro mejor? ¿Por ofrecerles más que diversión o estudios? Y muchas respuestas vinieron a mi mente, hay tanto que hacemos y a la vez dejamos mucho por hacer. A veces creemos que lo muy elaborado es lo mejor y no nos damos cuenta que en las cosas simples también podemos dar tanto, como detenernos a mirar las estrellas con nuestros hijos y contarles una historia, a rezar con ellos, a enseñarles a involucrarse con el cuidado del hogar o el criar una mascota. A sensibilizar esos corazones que serán el futuro de un mañana.
Es como la vez que estaba por irme a mi casa y Logan me dijo: Delia no te vayas, cuéntame un cuento y en ese momento se detuvo el tiempo, y me senté a la orilla de la cama y comenzamos a conversar e imaginar un cuento, la verdad, debó confesarlo no sabía qué hacer, no tenía un cuento a la mano, pero creo que dejé que mi corazón comenzará a relatar una historia ,él me prestaba mucha atención, nunca olvidaré esos ojos, ni la forma en cómo me abrazo y me dijo te quiero mucho, eres mi mejor amiga. Eso caló en mi y pensé como el detenernos puede cambiar el día de alguien, quizás él de adulto ni recuerde mi nombre, pero si recordará que había alguien se detuvo un noche y le contó un cuento y rezo con él un ángel de la guarda, que compartió con él una etapa en su vida. Este artículo está dedicado a él, por acompañarme en comprender muchas cosas, por acompañarme en no apresurarme en no correr, él fue mi acompañante de ausencias presentes, él fue mi gran compañero de juegos y sueños. El enseño a esperar y a no ser egoísta en aventurarme a ser madre, a menos que encuentre a ese alguien que estaría dispuesto a compartir su vida en familia, AMAR Y SABER ESTE VALOR. Quizás él sea el recuerdo más puro de mi pasado, de aquel pasado que dejé tiempo atrás y cuando me viene a mi mente su recuerdo mi día se ilumina de una forma en especial, pues a su corta edad sabía que sabia más de lo que cualquier niño a su edad entendería y que fue mandado a este mundo para dejar una enseñanza a sus padres, aunque muchas veces ellos no se daban cuenta de lo cuan valioso podría ser. No sólo bastaban las palabras, estas debían estar acompañadas de acciones y sin embargo sentí en el tiempo que lo conocí, que sus padres aprenderían muchas cosas de él. La última vez que lo vi, me dijo: Delia eres la más bonita, cuando sea grande me casaré contigo. Lo mire, lo abrace pues sabía que esa sería la última vez que lo vería, le dije: Que lo quería, que fuera un buen niño y me despedí de él y de su padre y me fui. Salí de sus vidas un mes de Marzo y me costó hacerlo, Dios me regalo un pedacito de cielo. Pero había que continuar y los caminos de la gente adulta a veces no coincidí, pero en ese coincidir te puedes encontrar con gente maravillosa que deja un escrito en tu historia, en tu vida ....
"Vivir Para Soñar, Soñar Para Transformar, Transformar Para Crecer, Crecer Para Dar Alivio A Mi Alma, Dar Alivio A Mi Alma Con Una Sonrisa".
domingo, 25 de abril de 2010
Recuerdos Sobre Un Niño .....
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2 comentarios:
El sigue acordandosé de tí, te manda saludos y él siempre se recordará de dicho día, lo sé.
te puedo imaginar en ese momento Delia y cada uno de las palabras que ambos intercambiaron, y ese pequeño espacio de intimidad que ambos sintieron.....
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