domingo, 25 de abril de 2010

Recuerdos Sobre Un Niño .....


Matices de colores invadieron mi self esta semana, colores que representan lo que soy y lo que fui, una mezcla de matices que me acompañan en mi caminar, y recuerdos vienen a mí. Como la vez que conocí a un niño maravilloso y singular, se llamaba Logan. Me robó el corazón desde la primera vez que lo vi, con esa sonrisa y esos ojitos que transmitían tanta inocencia. Recuerdo la primera vez que nos conocimos, vino corriendo hacia mi y me abrazo muy fuerte como si nos conociéramos de toda la vida. Hubo conexión desde la primera vez que lo vi, despertó en mí, ese instinto materno. Y por algo en especial lo recordé estos días mientras pensaba en los niños en general ¿Qué hacemos por brindarles un futuro mejor? ¿Por ofrecerles más que diversión o estudios? Y muchas respuestas vinieron a mi mente, hay tanto que hacemos y a la vez dejamos mucho por hacer. A veces creemos que lo muy elaborado es lo mejor y no nos damos cuenta que en las cosas simples también podemos dar tanto, como detenernos a mirar las estrellas con nuestros hijos y contarles una historia, a rezar con ellos, a enseñarles a involucrarse con el cuidado del hogar o el criar una mascota. A sensibilizar esos corazones que serán el futuro de un mañana.
Es como la vez que estaba por irme a mi casa y Logan me dijo: Delia no te vayas, cuéntame un cuento y en ese momento se detuvo el tiempo, y me senté a la orilla de la cama y comenzamos a conversar e imaginar un cuento, la verdad, debó confesarlo no sabía qué hacer, no tenía un cuento a la mano, pero creo que dejé que mi corazón comenzará a relatar una historia ,él me prestaba mucha atención, nunca olvidaré esos ojos, ni la forma en cómo me abrazo y me dijo te quiero mucho, eres mi mejor amiga. Eso caló en mi y pensé como el detenernos puede cambiar el día de alguien, quizás él de adulto ni recuerde mi nombre, pero si recordará que había alguien se detuvo un noche y le contó un cuento y rezo con él un ángel de la guarda, que compartió con él una etapa en su vida. Este artículo está dedicado a él, por acompañarme en comprender muchas cosas, por acompañarme en no apresurarme en no correr, él fue mi acompañante de ausencias presentes, él fue mi gran compañero de juegos y sueños. El enseño a esperar y a no ser egoísta en aventurarme a ser madre, a menos que encuentre a ese alguien que estaría dispuesto a compartir su vida en familia, AMAR Y SABER ESTE VALOR. Quizás él sea el recuerdo más puro de mi pasado, de aquel pasado que dejé tiempo atrás y cuando me viene a mi mente su recuerdo mi día se ilumina de una forma en especial, pues a su corta edad sabía que sabia más de lo que cualquier niño a su edad entendería y que fue mandado a este mundo para dejar una enseñanza a sus padres, aunque muchas veces ellos no se daban cuenta de lo cuan valioso podría ser. No sólo bastaban las palabras, estas debían estar acompañadas de acciones y sin embargo sentí en el tiempo que lo conocí, que sus padres aprenderían muchas cosas de él. La última vez que lo vi, me dijo: Delia eres la más bonita, cuando sea grande me casaré contigo. Lo mire, lo abrace pues sabía que esa sería la última vez que lo vería, le dije: Que lo quería, que fuera un buen niño y me despedí de él y de su padre y me fui. Salí de sus vidas un mes de Marzo y me costó hacerlo, Dios me regalo un pedacito de cielo. Pero había que continuar y los caminos de la gente adulta a veces no coincidí, pero en ese coincidir te puedes encontrar con gente maravillosa que deja un escrito en tu historia, en tu vida ....

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El sigue acordandosé de tí, te manda saludos y él siempre se recordará de dicho día, lo sé.

licely dijo...

te puedo imaginar en ese momento Delia y cada uno de las palabras que ambos intercambiaron, y ese pequeño espacio de intimidad que ambos sintieron.....